Los partidos de izquierdas sellan un pacto de gobierno en Portugal

fuente: http://www.elpais.es

El Partido Comunista de Portugal ha anunciado en la tarde del viernes que ha llegado a un pacto con los socialistas para formar un Gobierno de izquierdas. Un acuerdo que pone fin a 40 años de diferencias.

El anuncio del PC, más el realizado por el Bloco de Esquerdas el día anterior, supone que el partido socialista dirigido por António Costa está en disposición de ofrecer una alternativa de Gobienro al presidente del país, Aníbal Cavaco Silva, si, como está previsto, el actual Gobierno, que tomó posesión hace siete días, es rechazado el martes en el parlamento.

A la vez, Avante, el órgano oficial del partido comunista convoca a sus seguidores, al igual que el sindicato CGTP, a que se manifiesten el martes delante de la Asamblea de la República mientras en el interior de la cámara se debate el programa de Gobierno de la coalición PSD-CDS, ganadora de las elecciones, pero sin mayoría absoluta.

Este llamamiento a manifestarse delante del Parlamento supone una rememoración del cerco al Parlamento de hace 40 años, cuando se impidió a los parlamentarios que redactaban la Constitución abandonar el edificio.

Pese a este acuerdo, el primer ministro portugués Pedro Passos Coelho no pierde la esperanza de que el PS se eche para atrás. Hoy también ha entregado en el parlamento su programa de gobierno para los próximos cuatro años, como si no supiera que el martes será rechazado por una mayoría de diputados de izquierdas, formada por socialistas, comunistas y bloquistas. En total 122 votos contra 107.

El programa consiste en un estricto cumplimiento de lo anunciado en la campaña electoral, esto es, el alivio de los recortes a un ritmo del 20% anual en pensiones, salarios de funcionarios y sobretasas; pero deja la puerta abierta a una subida del salario mínimo -que el PC quiere que salte este año de 505 euros a 600, y el PS no tanto- , y al proyecto de ley de despido conciliatorio, una idea electoral socialista que ha caído en sus pactos con el Bloco de Esquerda.

A la salida de la reunión con sus parlamentarios, Passos Coelho ha ofrecido diálogo y entendimiento con los socialistas, pese a que estos ya han firmado un pacto con el Bloco y el domingo lo firman con el PC. «Estamos abiertos a aceptar que el rendimiento de los portugueses sea repuesto en plazos más rápidos», ha dicho. Mientras su partido PSD propone una reposición anual del 20%, el PS quiere el 50%, y Bloco y PC el 100% en 2016. «Pero eso exige contrapartidas, porque si no el gasto del Estado sube y eso se paga», añadió el ganador de las elecciones.

Passos Coelho reconoce que el programa presentado no incluye medidas socialistas, pero que hay señales de «apertura al diálogo. «Nosotros no hacemos subastas. Tenemos unas restricciones y las propuestas no son nuestras, son del país», en alusión a las exigencias presupuestarias de Bruselas. Bajar el déficit del 3% es la línea roja de las negociaciones, la misma que establece el PS con PC y Bloco. «Ahora que conseguimos poner las cuentas en orden», añadió Passos Coelho, «no las vamos a estropear».

Su llamamiento al diálogo choca con la realidad de un acuerdo del PS con el Bloco de Esquerda, que Catarina Martins anunció en su Twitter. Para el domingo, Jerónimo de Sousa ha convocado al Comité Central del PC para aprobar el particular acuerdo al que han llegado con el PS, un acuerdo diferente, aunque no contradictorio, al del Bloco, y al de Los Verdes (integrados en la coalición electoral del PC, llamada CDU).

Esa mayoría parlamentaria tumbará el programa de Passos Coelho el próximo martes, lo que dará lugar a un gobierno socialista con el apoyo de PC y Bloco. Esa posibilidad cada vez más cercana ha abierto un duro debate en la sociedad portuguesa, que discute sobre la legitimidad de un pacto cuando todos habían renegado de él durante la campaña electoral.

La Asociación de Empresas Familiares firmó un manifiesto alertando de los riesgos de un futuro Gobierno donde dos de sus tres socios «no creen en la iniciativa privada», según su presidente Peter Villax. En la noche del miércoles, un nudo humano intentó rodear el parlamento y las sedes del PSD y PS para pedir el entendimiento entre estos partidos.

Un mes después de las elecciones, el semanario Expresso publica un sondeo, según el cual la coalición ganadora PSD-CDS aumentaría dos puntos la intención de votos, del 38,6% al 40,8%, mientras que el PS apenas sube dos décimas y caen en la misma proporción el Bloco y el PC.

Putin da crédito a la pista terrorista y cancela todos los vuelos a Egipto

fuente: http://www.elpais.es

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó ayer el cese de los vuelos de las compañías rusas a Egipto hasta el esclarecimiento de la catástrofe del Airbus 321 sobre la península del Sinaí y dio instrucciones para repatriar a los ciudadanos que allí se encuentran. De este modo, con retraso respecto a otros países occidentales que ya suspendieron vuelos a Egipto, Putin admitió de hecho que la causa del suceso que costó la vida a 224 personas pudo ser un atentado.

La interrupción de vuelos fue propuesta por el director del Servicio Federal de Seguridad, Alexandr Bórtnikov, durante una sesión del Comité Antiterrorista Nacional. Formalmente, Putin aceptó la propuesta poco después y encargó al Gobierno que elaborara un mecanismo para ponerla en práctica. En Egipto se encuentran actualmente 45.000 ciudadanos rusos y los vuelos quedan congelados desde ayer, según afirmó el director de la Agencia Estatal de Turismo, Oleg Safónov. La evacuación de los turistas se calcula que llevará un mínimo de dos semanas.

Fuentes de la inteligencia británica y estadounidense citadas por la agencia Reuters apuntaron ayer que los servicios de esos países han interceptado comunicaciones de presuntos militantes islamistas radicales que reforzarían la tesis de una bomba en el avión. Fuentes de la investigación citadas por la cadena France 2 sostienen que en la grabación de la caja negra se oye una explosión de características incompatible con una rotura de motores.

La decisión rusa de suspender los vuelos a Egipto supone un reconocimiento de hecho del peligro para los ciudadanos rusos en el extranjero, pero formalmente el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, insistía en negar la relación entre el cese de los vuelos y el eventual acto terrorista como causa de la catástrofe.

La operación militar aérea rusa en Siria no está resultando aparentemente como los dirigentes del país quisieran. Aparte de costar entre 2 y 4,5 millones de euros diarios al presupuesto nacional, (sobre todo en explosivos), la operación aérea puede costarle además el cargo a su responsable, el vicejefe del Estado mayor y jefe de la dirección operativa central, el general Andréi Kartapólov, si el presidente Putin acepta las propuestas que, según la agencia oficial TASS, han sido firmadas por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.

Citando una fuente en ese departamento, TASS afirmaba en un despacho fechado ayer que el ministro ha propuesto nombrar a Kartapólov jefe de las tropas del distrito militar occidental y sustituirlo por el general Serguéi Rutskói al frente de la dirección operativa central. La agencia evita mencionar que Kartapólov es responsable de la operación siria. En calidad de tal, el militar se ha explayado sobre los supuestos éxitos de la operación y el 16 de octubre afirmaba al diario Komsomólskaya Pravda que “la acción de la aviación rusa ha devuelto la sonrisa a los niños sirios”.

El economista Andréi Ilariónov, exasesor de Vladímir Putin, comentaba el viernes por la mañana unas declaraciones de Kartapólov, según el cual en las primeras tres semanas de la operación en Siria se habían liberado 350 kilómetros cuadrados y 50 localidades. Al ritmo mencionado, según Ilariónov, harían falta casi cinco años para duplicar el territorio controlado en agosto por el presidente Bachar el Asad (el 16% de un país de 185.180 kilómetros cuadrados) y se requerirían 31 años para liberar toda Siria.