Santos y las FARC anuncian que en seis meses se firma la paz

Fuente: http://www.clarin.com/

Finalmente, después de tres años de negociaciones, la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos anunciaron el principio de acuerdo de paz, que se firmará dentro de seis meses.

Para esto se creará un tribunal especial para la realización de juicios y condenas que no serían pagadas con cárcel, con reparación a las víctimas y sus familiares.Tambipen la guerrilla debería comenzar el desarme.

El anuncio, considerado un paso fundamental para poner fin definitivo al conflicto colombiano, que ya lleva más de 50 años, fue suscripto esta tarde en Cuba por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko.

Las FARC y el Gobierno colombiano llegan a un acuerdo para la paz tras 50 años de conflicto

fuente: http://www.eldiario.es

La guerrilla más antigua del mundo deja las armas después de 50 años de conflicto. Las FARC y el Gobierno colombiano han anunciado este miércoles un acuerdo crucial sobre justicia transicional, por el que se establecerá un tribunal especial y se emitirán condenas, aunque no todas serían pagadas con cárcel. El acuerdo incluye elementos de judicialización para todos los actores del conflicto –guerrilleros, militares, políticos, paramilitares…–, confesión de delitos y reparación de las víctimas contándoles la verdad de lo sucedido, según ha adelantado Caracol Radio.

También se ha puesto fecha a la firma del acuerdo con la guerrilla para poner fin al conflicto armado colombiano. Debe realizarse dentro de los próximos seis meses. Y el abandono definitivo de las armas tiene que concretarse como máximo 60 días más tarde.

Los garantes internacionales –de Cuba y de Noruega– fueron los encargados de leer el texto del acuerdo, que después firmaron los negociadores en el Palacio de Congresos de La Habana. En la cabecera de una gran mesa en forma de U –en la que se acomodaban los representantes de ambas partes de la negociación– estaban los protagonistas: el mandatario cubano, Raúl Castro, flanqueado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos y por Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’. Todos vestidos con –quizá como símbolo de paz– guayaberas o camisas blancas.

«A más tardar el 23 de marzo de 2016» se firmará la paz definitiva. El anuncio lo hizo un satisfecho Juan Manuel Santos. Y lo refrendó Timochenko en un discurso breve y enfático, en el que ha llamado a «multiplicar los esfuerzos que nos aproximen a las definiciones sobre la dejación de las armas y la transformación de las FARC en un movimiento político». Timoleón Jiménez –el nombre con el que se lo identificó en el acto– también ha destacado la importancia de que esta «jurisdicción especial» incluya a todos los protagonistas del conflicto y no sólo a una parte.

Santos ha anunciado que «todos los colombianos tendrán oportunidad de refrendar» los términos del acuerdo. «Un acuerdo que es el fin de una guerra de 60 años, la mas larga y la única de nuestro continente, que debe sentar las bases de una paz que sea estable y duradera, que cierre los ciclos históricos de violencia y responda a las expectativas de paz con justicia», ha afirmado el presidente colombiano.

Al parecer, la visita del papa Francisco a Cuba iba a ser el momento elegido para anunciar este acuerdo entre el Gobierno colombiano y las FARC. Pero una serie de complicaciones de último momento en la negociación lo impidió. Con todo, el presidente Santos no dejó pasar las palabras del pontífice: «No podemos permitirnos un fracaso más», y le respondió con un contundente: «No vamos a fracasar. Ha llegado la hora de la paz». Tampoco lo hizo Timochenko, que tras citar a Bergoglio ha señalado: «Esta victoria no le podrá ser arrebatada al pueblo de Colombia».

Las claves del acuerdo

El centro de este acuerdo fundamental, que llega después de los conseguidos en materia de desarrollo agrario, participación política y eliminación de las drogas ilícitas, se centra en la justicia y en las víctimas. Este tema, quizá el más complejo de todos, suponía el mayor escollo para el diálogo de paz.

El acuerdo de justicia transicional contempla la creación de una jurisdicción especial «no un sistema extrajudicial» que «investigará, juzgará y sancionará a los responsables de los delitos cometidos en ocasión del conflicto». Además, se ha consensuado una amnistía para los delitos políticos, no para aquellos crímenes de lesa humanidad como desapariciones forzadas, torturas o delitos sexuales.

La justicia transicional implica tanto a la guerrilla como a las fuerzas del Estado. Y se basa en el reconocimiento de los elitos cometidos y en la búsqueda de la verdad. Para ello se crearán salas especiales y tribunales ad hoc, pero siempre en el marco «de lo que el derecho internacional señala como derechos inalienables de las víctimas: verdad, justicia, reparación y no repetición», ha destacado Timoteo Jiménez.

Para quienes colaboren en el proceso y reconozcan sus delitos se prevén penas de entre 5 y 8 años de privación efectiva de la libertad, pero no necesariamente de cárcel. De acuerdo con fuentes cercanas a la negociación, los guerrilleros podrían ser recluidos en colonias agrícolas, participar en programas de desminado y en comisiones de la verdad. Esas mismas fuentes señalan que las FARC incluso se han comprometido a la reparación entregando tierras y dinero. No está claro cuál sería el destino de los efectivos militares que estuvieran en una situación similar.

«Dentro del esquema de justicia restaurativa, que busca reparar el daño causado, se establecerá una priorización de casos emblemáticos que permitan el juzgamiento para que eso procesos no queden en la impunidad».

En el caso de los que no reconozcan violaciones a los derechos humanos, si son encontrados culpables podrán ser condenados a hasta 20 años de prisión efectiva.

Un viaje imprevisto anunciado por Twitter

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, comunicó por la tarde que viajaba a La Habana, donde se han desarrollado las conversaciones.

Junto a Santos ha viajado el delegado de Estados Unidos para las conversaciones en La Habana, Bernard Aronson.

El máximo comandante de las FARC, Timoleón Jimenéz, Timochenko, también se trasladó a La Habana con su delegación de negociadores en los diálogos de paz con el Gobierno.

Santos reconoció que «no todo el mundo quedará contento», en alusión a uno de los aspectos más controvertidos de la negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«No importa donde trace uno la raya, algunos quedarán insatisfechos de lado y lado, algunos querrán más paz, otros querrán más justicia y estamos en esa negociación en este momento», remarcó Santos en unas declaraciones que también recoge Caracol Radio, para agregar: «No todo el mundo va a quedar contento, pero estoy seguro que a la larga será muchísimo mejor».

Del equipo que viajó a la capital cubana forman parte el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle; el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo; y los negociadores Frank Pearl y Óscar Naranjo, este último general retirado de la Policía.

En el ciclo negociador anterior, que terminó el 17 de septiembre, las FARC afirmaron que están listas para «abordar y discutir» los procedimientos para el «tránsito de organización alzada en armas a movimiento político abierto».

Al sistema de justicia, reparación y no repetición se incorpora la justicia restaurativa, la que busca reconciliar a las víctimas con los victimarios. Y que podría hacerse efectiva,  según informa el diario El Tiempo, con el trabajo de guerrilleros de las FARC en las obras de infraestructura que servirán a las comunidades que han afectado con sus acciones armadas. Por ejemplo, en la construcción de puentes, vías y escuelas.

El martes pasado, el presidente Santos se adelantó al debate que podría generar el acuerdo y dijo: «El meollo de toda esta negociación es dónde traza uno la línea de justicia y paz. Si uno le pregunta a una víctima dónde la traza, esa víctima va a pedir más justicia. Si uno le pregunta a una futura víctima, va a querer más paz porque no va a querer ser víctima. No importa dónde trace uno la raya, algunos quedarán insatisfechos».

Lo que queda en el proceso de paz, que comenzó el 19 de noviembre del 2012, son las decisiones sobre la manera como el grupo armado concentraría sus frentes para un cese bilateral y definitivo del fuego cincuenta años después de conflicto.

 

Santos: ‘Exigimos a Venezuela respeto por todos los colombianos’

Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le exigió al gobierno de Venezuela que «respete a todos los ciudadanos colombianos» afectados por la tensión en la frontera.

«Al gobierno de Venezuela exigimos respeto por todos los colombianos», dijo Santos, y pidió ese respeto tanto a las personas humildes como a las poderosas, así como a las cercanas a su gobierno como a sus críticos.

El mandatario aseguró que tratará la problemática con diplomacia y condenó a quienes hacen declaraciones «incendiarias».

«No es momento de hacer sonar las trompetas de guerra que algunos quisieran escuchar, es momento de obrar con firmeza, sensatez y eficacia», dijo Santos.

«He ordenado a varios ministros que se sigan desplazando a la frontera para apoyar a población afectada», anunció el presidente colombiano.

Santos manifestó que hay «un principio de acuerdo» para que entren a Venezuela camiones con los deportados colombianos para que puedan recoger pertenencias en ese país.

Este miércoles se reunirán las cancilleres de los dos países para buscar una solución a la situación.

La difícil situación de los deportados

Una situación crítica se vive a estas horas en la zona fronteriza tras el cierre ordenado por el presidente Nicolás Maduro. Un total de 1.071 colombianos, incluyendo 241 niños, han sido expulsados inhumanamente por parte del gobierno venezolano, según cifras oficiales de Migración Colombia.

Santos señaló que protestará por los maltratos contra los colombianos.

Según relatan los deportados ya en territorio colombiano, han sido arrancados de sus casas, sin medios de transporte y obligados a abandonar sus pertenencias en el país vecino.

Venezuela niega crisis humanitaria y anuncia censo

Así mismo, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó el decreto de estado de excepción en 6 municipios fronterizos de Táchira, donde hoy el mismo Diosdado Cabello niega que exista un desastre humanitario a causa de estas deportaciones.

El gobierno venezolano realizará un censo integral en los seis municipios del estado Táchira donde se decretó estado de excepción, para «evitar que se continúen trasladando al país prácticas como el paramilitarismo», reportó la Agencia Venezolana de Noticias.

El cultivo de coca sube un 44% en Colombia, según la ONU

Fuente: http://www.elpais.com

Los cultivos de coca y la producción potencial de cocaína en Colombia aumentaron en 2014. Los primeros crecieron un 44%, ya que pasaron de 48.000 hectáreas en 2013 a 69.000 hectáreas en el último año, mientras que la producción del alcaloide pasó de 290 toneladas a 442, lo que significa un aumento del 52%.

Así lo señala el informe de monitoreo de cultivos de coca que hace la Oficina de Naciones de Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en conjunto con el Gobierno, presentado ayer en Bogotá. Las cifras de los cultivos de coca se igualan a las que tenía el país entre 2009 y 2010 cuando el área sembrada llegaba a las 73.000 hectáreas, pero está muy por debajo del máximo histórico: hace 13 años Colombia llegó a tener 145.000 hectáreas de plantaciones. Las nuevas cifras también rompen la tendencia al estancamiento que se venía registrando en los últimos dos años, cuando los cultivos no superaban las 48.000 hectáreas.

Tras la presentación del informe, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, reconoció que es evidente que hay que rediseñar la política de drogas en el país. “Solo transformando los territorios, dotándolos de bienes públicos y reconociendo y garantizando los derechos de los ciudadanos que allí habitan, lograremos enfrentar de manera eficiente y sostenible la existencia de cultivos ilícitos en nuestro país”, dijo.

La ONU, entre tanto, advierte que el mayor aumento de los cultivos se dio en los departamentos de Putumayo y Caquetá, en el sur del país y fronterizos con Ecuador, donde históricamente ha habido presencia de grupos armados ilegales como las FARC y los paramilitares. Allí los cultivos crecieron un 68%. Sin embargo, la región que tiene mayor superficie cultivada es el Pacífico colombiano, que pasó de 18.500 hectáreas a cerca de 26.000.

Las causas.

Para la ONU, una de las razones de este incremento tiene que ver con la falsa creencia que tienen algunos campesinos que cultivan coca de que recibirán mayores ayudas del Gobierno cuanto mayor sea el área sembrada que tengan. Todo esto alimentado por la expectativa de los programas de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos de los que ha venido hablado el presidente Juan Manuel Santos, como una alternativa a la suspensión de la aspersión aérea con glifosato, la cual fue eliminada definitivamente por Colombia hace dos meses. “Algunas comunidades sienten que al tener coca tienen una mayor oportunidad de interlocución con el Gobierno”, señala el informe.

La otra razón por la que aumentaron los cultivos ilícitos se relaciona, según la ONU, con el incremento, en algunas regiones, del precio de la hoja de coca, materia prima para la producción de la cocaína, y a que se redujo el riesgo por la afectación por aspersión y erradicación manual. “Es decir menos costos de producción y mejores precios de venta al productor primario”, dice otro aparte del informe.

El documento revela, basado en un monitoreo de imágenes satelitales, que la coca no se expandió a nuevos territorios y se concentra solo en cinco regiones, cuatro del sur del país y otra en el Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela. En total, estas zonas concentran el 73% de los cultivos ilícitos. La UNODC también confirmó que el 35% del territorio nacional ya no tiene ni una sola mata de coca.

Bo Mathiasen, representante de UNDOC en Colombia, alentó al Gobierno a aumentar los programas de desarrollo alternativo en las regiones en donde los campesinos colombianos dependen de los cultivos ilícitos, lo que en los últimos años ha favorecido a 180.000 familias. “El desarrollo alternativo no sólo es útil para contrarrestar los cultivos de coca, sino también otras actividades ilícitas que amenazan a las regiones más vulnerables del país”, dice.

El aumento en la producción se da a pesar de que en el último año creció la aspersión aérea en un 18% (de 47 mil a 55 mil hectáreas), no obstante que la erradicación anual bajó de 22.000 a 12.000 hectáreas, lo que representa una disminución del 44%. La ONU también muestra que las incautaciones de cocaína se mantuvieron en un promedio de 166.000 kilogramos, cifra igual a la incautada en 2013.

Al menos siete heridos al estallar dos paquetes bomba en Bogotá

Fuente: http://www.elpais.com

Al menos siete personas han resultado heridas leves este jueves por la tarde en Bogotá después de que dos artefactos explotaran en sendas sucursales de Porvenir, administrador de un fondo de pensiones. La secretaria del Gobierno de Bogotá, Gloria Flórez, aseguró que cinco minutos antes de las explosiones hubo dos llamadas alertando de la colocación de los artefactos, aunque las personas no se identificaron. El presidente del Gobierno, Juan Manuel Santos, ha cancelado su participación en la cumbre de la Alianza del Pacífico que se desarrolla en Perú, desde donde tiene previsto regresar a Bogotá.

La primera explosión se registró en torno a las cuatro de la tarde en una sede de Porvenir al norte de de la capital colombiana, en la calle 72 con avenida 9, frente al centro comercial Avenida de Chile, una zona financiera y muy transitada a esa hora del día. Según las autoridades, un hombre habría dejado un paquete envuelto, que sería por el que posteriormente llamaron y explotó. Aunque apenas se registraron heridos leves, los daños materiales fueron abundantes. La sede estaba totalmente destrozada. Uno de los bomberos aseguró que el paquete explotó en el interior. El local de Porvenir pudo ser evacuado por la policía tras la llamada, pero no el resto del edficio, cuyos ocupantes salieron tras escuchar la explosión.

La segunda explosión se produjo unos minutos después también en una sede de Porvenir, en Puente Aranda, una zona industrial. En ese caso, el artefacto explotó en la sala de espera de la sede de Porvenir, según el secretario de Salud, Mauricio Bustamente. Una persona resultó herida con un traumatismo craneoencefálico.

«Son hechos terroristas, sin ninguna duda, pero son hechos que no deben generar en la población el sentido de ausencia de la fuerza pública, estamos allí», ha asegurado el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien ofreció 100 millones de pesos (unos 38.000 dólares) de recompensa por información sobre los autores.

Villegas recordó que hace unos meses hubo una oleada de pequeñas explosiones que azotaron Bogotá. Una de ellas fue provocada por bandas dedicadas al «microtráfico» de drogas en el centro de la ciudad, mientras que otra fue dirigida contra un centro comercial en el sur capitalino. El tercer artefacto estalló en las cercanías de la sede del partido de derecha Opción Ciudadana y del Concejo de Bogotá, en el centro bogotano. En junio del año pasado también se produjeron varias explosiones menores en Bogotá que fueron atribuidas a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por su 50 aniversario.